Se abre un nuevo capítulo del libro de nuestra vida. Está en blanco: solo Dios sabe qué se escribirá en él, pero necesita que nos pongamos manos a la obra, que seamos valientes y respondamos ¡aquí estoy! Hoy, más que nunca, tiene necesidad de nosotros y nos pide que nos cuidemos los unos a los otros y seamos responsables.

Que este nuevo curso lo vivamos con la misma alegría de siempre, sabiendo que Jesús está a nuestro lado.