Mayo es el mes de las flores, de la primavera. Pero también es el mes en el que recordamos y honramos a María como Madre de todos los hombres.

María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca de Dios. Era una mujer humilde, sencilla y generosa. Se olvidaba de sí misma y atendía a José y a Jesús con amor y alegría.

Hoy hemos concluido el mes de mayo entregándole nuestras ofrendas, como muestra de nuestro amor y cariño.

Gracias, María, por estar siempre a nuestro lado.